Horchata con fartons

¡Hola! hoy una horchata... ¡con fartons! Sí, porque os quiero contar mi último fin de semana en alicante, que, aúnque teóricamente era para ir a Alicante a hacer dos conferencias en su universidad (una sobre la historia del voto accesible en españa y otra ante los alumnos americanos que vienen a la ciudad y estudian asignaturas como la de minorías políticas) la verdad es que, como se preveía, fue un fin de semana lleno de diversión, charlas, paseos, buenos amigos y relax.

Eso sí, también hicimos las charlas y nos llenó de orgullo poder contar a la gente cómo ha ido transcurriendo la historia de esta reivindicación, y más en un lugar como la universidad. ¡Queremos agradecerlo desde aquí!

Aúnque podría contaros yo misma mil cosas, tengo aún una cuenta pendiente referida al concurso de La Primavera que ¡sí tubo un ganador! Fue Jacarrey y, el premio, no va a ser otro que la publicación de uno de sus textos. ¡espero que no te enfades! Porque realmente no es uno de los más buenos, sino que es simplemente un texto explicativo, muy descriptivo, divertido y a la vez reflexivo que ha mandado a la lista de correo de la ACIC y que, como me ha gustado mucho como resumen, pego sin haber pagado el Coppyright aquí... ¡Así me ahorro el resumen! Jajajajja

Estas son sus impresiones, y, si me tengo que quedar con alguna canción para este fin de semana seguramente pondría la de mi sección de radio de Roy Horbisson, aquella que dice: “everything you want you’ve got it...”

Adéu xiquets!


Texto de Jacarrey:

Como pincelada os diré, que la playa de Alicante, invita a bañarse ya en estas
fechas con un sol explendoroso, que El Palmeral, es un precioso lugar para pasear y
perderse entre las palmeras, y las cascadas artificiales de agua salada, y que allí
tuvimos la ocasión de protagonizar la anécdota del fin de semana, y hacer el
ridículo en una barca a remo que no supimos manejar, pero que se convirtió en una
escena subrealista que hizo reír a los turistas que nos miraban...y nos hizo pasar
un buen rato; que el Puerto de Alicante, grandioso, con su centro comercial
construído a imitación de nuestro Maremagnum, hace recordar con tristeza en su
deshumanización y su indiferencia, a los últimos republicanos españoles, que sólo
hace 70 años, fueron apresados por miles allí, en su último intento de escapar del fascismo en un
barco que nunca llegó; que la gente que conocimos en Alicante es encantadora, aunque
el ambiente de la ciudadanía es muy muy facha, y que, a excepción de la Universidad, un bello lugar ajardinado, con su mano esculpida en homenaje al afán de aprender, y
sus grandes edificios, donde los ciegos nos perdemos si no vamos con alguien porque no hay referencias, la ciudad está muy pero que muy mal adaptada para personas
discapacitadas en silla de ruedas, con aceras super altas, sin rampas por casi
ningún lado, y con coches aparcados en los pocos pasos de cebra que las tenían,
aunque sí hay bastantes semáforos sonoros. Se probó buena comida, y buena orchata, y
tuvimos la ocasión de compartir un fin de semana estupendo con nuestros amigos
alicantinos: Laura, Una chica en silla de ruedas, que es candidata socialista al
Ayuntamiento de Alicante, una persona excepcional, su familia y amigos, todos
encantadores, y Norman y Danys, una pareja de americanos que han recorrido medio
mundo, totalmente anti-bush, tope de curiosos, que nos deleitaron con una barbacoa
increíble, y nos alojaron en su casa. Por cierto, hay pendiente hacer una
reclamación por fax a Radio Taxis de Alicante, no porque los taxistas escuchen a
Jimenez Los Santos, para escarnio de los clientes, no, sino porque el taxi 11, nos
engañó bilmente, y nos dejó tirados a media noche, tres calles más allá de donde
íbamos, y además quiso quedarse con el cambio al cobrar el precio.


En fin, ya tenéis un flash del fin de semana en sus aspectos lúdicos. Han sido unas
minivacaciones, donde se combina la lucha, y el relax.